El inventario de gases de efecto invernadero (GEI) será fundamental en la política pública que busca promover el desarrollo de energías alternativas.
En 2017 los ingenios y Cenicaña construyeron juntos el inventario de gases de efecto invernadero y calcularon la huella de carbono del etanol producido por la agroindustria colombiana de la caña, que serán fundamentales para la aplicación de la resolución 1962 de 2017 del Ministerio de Ambiente que fija un límite en estos indicadores ambientales.
Para ello se recolectaron datos de consumo de combustible, energía eléctrica y uso de insumos desde las labores de campo, pasando por la cosecha, el transporte a las fábricas, la elaboración del azúcar, la generación de electricidad, la refinación de azúcar, la producción de alcohol carburante y el tratamiento de residuos, a partir de los cuales se calcularon las emisiones de GEI en términos de kg de CO2eq/m3 EtOH.
Los datos fueron recopilados en formatos diseñados por Cenicaña y validados previamente por los ingenios, en donde participaron diferentes áreas por la cantidad de procesos involucrados. “Desde campo hasta las áreas de seguridad y vigilancia participaron de una u otra manera en la construcción de este inventario”, explicó David Palacios, ingeniero químico del Programa de Procesos de Fábrica de Cenicaña.
Para garantizar la calidad de los datos recopilados se siguieron los lineamientos de la norma ISO 14064-1 y se logró la certificación del inventario por parte de la empresa mexicana Sustainable Solutions, siendo la primera agroindustria en Colombia que obtiene dicho aval.
Los datos
En la construcción de la línea base para el año 2016 se determinó que el promedio ponderado de la huella de carbono para el etanol producido en Colombia fue de 567 kgCO2eq/m3EtOH, con un máximo de 651 y un mínimo de 472 kgCO2eq/m3EtOH.
Estos datos son fundamentales para realizar comparaciones con otras agroindustrias y para la aplicación de la resolución del Gobierno que establece un límite para la huella de carbono del etanol que se comercializa en Colombia y que entró en vigencia el 29 de diciembre de 2017.
De acuerdo con David Palacios, el inventario muestra que “la mayor contribución al indicador corresponde a las actividades en campo, principalmente las asociadas con la fertilización nitrogenada; durante la cosecha, la mayor emisión procede del uso de combustibles fósiles en la maquinaria agrícola y de transporte; en fábrica y la destilería las emisiones están asociadas al uso de combustibles; en la planta de cogeneración las diferencias las marcan los ingenios que utilizan carbón cómo combustible adicional; y en cuanto al tratamiento de residuos, la planta de compostaje es la que más emisiones aporta”.
A partir del inventario de GEI de los seis ingenios con destilería se calculó la huella de carbono para el azúcar producido por éstos, donde el promedio ponderado es de 350 kgCO2eq/t azúcar, con un máximo de 379 y un mínimo de 329 kgCO2eq/t azúcar.
Si bien, este inventario y el cálculo de la huella de carbono son importantes en la implementación de la resolución, también son ante todo importantes para impulsar la adopción de procesos de mejora y comprometen tanto a ingenios y a cultivadores a procesos más sostenibles.
Conocer la huella de carbono del proceso es muy importante porque nos permite identificar el impacto que están teniendo las operaciones en relación a la emisión de GEI y desarrollar planes de mejoramiento y proyectos enfocados a la sostenibilidad. Esto además demuestra el compromiso con nuestros clientes y el país en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible globales”
Sandra Castillo
Jefe de Productividad y Medio Ambiente de Manuelita.