Clima

Flujo del aire en superficie en el valle del río Cauca

Preciado Vargas, M.; Peña Quiñónez, A. J. | ENE 2024 | ISBN 978-958-8449-34-0

Introducción

El viento es aire en movimiento; por ello, cuando se habla de este fenómeno se
hace referencia al movimiento horizontal del aire. En superficie, el aire tiende a
fluir desde las zonas de alta presión hacia las de baja presión. Los vientos alisios
son un ejemplo claro de ello. Los alisios fluyen desde los sistemas de alta
presión de latitud media en el norte y el sur hacia el sistema cuasi constante de
baja presión ecuatorial. Otro ejemplo de esto son las celdas de circulación en
los litorales, en los cuales la diferencia de propiedades térmicas entre el océano
y el continente genera brisas mar-tierra en el día y tierra-mar en la noche, como
respuesta a los cambios de temperatura y presión en la superficie.

Entre los factores que influyen en la agricultura, el viento se ha considerado
solamente por su rol como input en la ecuación para generar valores de evapotranspiración (p. ej., Allen, 1998) y para establecer zonas de riesgo por el efecto
mecánico del viento sobre las plantas cultivadas, la infraestructura agrícola y el
suelo (erosión eólica). En tales situaciones se deja de lado la naturaleza vectorial
de esta variable y se prefiere considerarla como escalar, es decir, como valor de
velocidad del flujo de aire, o ráfaga máxima en algunos casos. Por consiguiente,
para los agrónomos, y en general para los biólogos de la producción e incluso
para los ingenieros agrícolas, no es común el concepto de campo del viento,
muy utilizado por los ingenieros ambientales.

El campo del viento no es otra cosa que el patrón espacial del viento, es decir,
la dirección y la velocidad del viento predominantes en una localidad o región
en un momento dado. Los resultados que aquí se consignan corresponden al
análisis, en diferentes escalas de tiempo, de los datos de velocidad y dirección
del viento registrados en las estaciones de la red meteorológica del sector sucro-
energético. En las estaciones de la red, el sensor del viento está ubicado a
10 m de altura sobre la superficie, contrario a las estaciones de tipo agroclimático,
en las que el sensor se ubica a 2 m de altura. La programación de quemas
agrícolas controladas es la razón de ser de la ubicación de los sensores de viento
en las estaciones de la agroindustria.

Acerca de los autores

Preciado Vargas, M.

Ingeniera Topográfica egresada de la Universidad del Valle; obtuvo su título de máster en ingeniería con énfasis en Ingeniería Sanitaria y Ambiental de la Universidad del Valle. Doctora en Ingeniería de la Universidad del Valle con tesis meritoria. Docente con nombramiento en la Universidad del Valle desde el año 2007. Ha desarrollado su investigación en la línea de métrica atmosférica en el Grupo de Óptica Cuántica y en el Grupo de Modelación Dinámica Espacial de la Universidad del Valle. Experiencia como directora en proyectos de extensión desarrollados en la Escuela de Ingeniería Civil y Geomática. Actualmente directora del programa de Ingeniería Geomática.

Peña Quiñones, A. J.

Ingeniero Agrónomo, egresado de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira, obtuvo su maestría en Ciencias, área Meteorología, en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá y su doctorado en Ingeniería Biológica y Agrícola en la Universidad del Estado de Washington, en Estados Unidos. Con más de 20 años de experiencia en el ejercicio de la Agroclimatología y más de 40 artículos publicados, estuvo vinculado entre 2018 y 2020 al Programa de Agronomía de Cenicaña y en la actualidad es investigador asociado de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA) en el Centro de Investigación La Libertad, en la ciudad de Villavicencio.

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