Científicos brasileños del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología del Bioetanol (INCT) han descubierto mecanismos de las paredes celulares de polisacáridos que podrían triplicar la producción de etanol de caña de azúcar al aprovechar el bagazo y los residuos de cosecha.
Científicos brasileños del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología del Bioetanol (INCT) han descubierto mecanismos de las paredes celulares de polisacáridos que podrían triplicar la producción de etanol de caña de azúcar al aprovechar el bagazo y los residuos de cosecha.
El equipo del INCT develó mecanismos que hacen que las paredes celulares de la caña sean resistentes a una reacción química provocada por una enzima que utiliza el agua para romper las moléculas (hidrólisis enzimática). “Si conocemos la pared celular, las enzimas y sus mecanismos, podemos dar un triple salto en la ciencia –subraya Marcos Buckeridge, coautor del estudio y coordinador del INCT, y añade:– Si logramos hacerlo con la caña, podemos hacerlo con el maíz y otras gramíneas usadas para generar bioenergía en el mundo”.
El hallazgo, publicado en junio de 2013 en BioEnergy Research, se presentó durante el simposio Brasil-China para la Colaboración Científica que se realizó en abril pasado y representa un avance hacia la obtención de etanol de caña de segunda generación (2G), es decir, aquel fabricado a partir de materias primas que no son fuentes alimenticias.
“Hay gran potencial para la producción de etanol si utilizamos toda la energía de la planta”, afirma Marcos Buckeridge, coordinador del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología del Bioetanol, en Brasil. Actualmente solo se utiliza la sacarosa del jugo de la caña, lo que representa un tercio de la biomasa. “El bagazo y los residuos son los otros dos tercios. Así, podríamos triplicar la producción de etanol”, agrega.