Una alerta sanitaria y una reflexión

La Resolución 17848 del ICA, que declara como plaga de control oficial cuatro especies de Diatraea, contempla medidas que no son nuevas para la agroindustria colombiana de la caña de azúcar, pero su mensaje no puede pasar inadvertido y es muy claro: no bajar la guardia.

La Resolución 17848 del ICA, que declara como plaga de control oficial cuatro especies de Diatraea, contempla medidas que no son nuevas para la agroindustria colombiana de la caña de azúcar, pero su mensaje no puede pasar inadvertido y es muy claro: no bajar la guardia.

Hoy el promedio de daño de esta plaga sobrepasa el 2.5% en la mayoría de los ingenios y mantener o reducir ese valor debe ser un compromiso de todos.

De ahí que la investigación alrededor de la plaga y su manejo sean un propósito permanente de Cenicaña, que se complementa con las actividades de transferencia de tecnología dirigidas a ingenios y cultivadores para hacer un control integrado del barrenador.

Pero no bajar la guardia no sólo es investigar y controlar, es tomar conciencia de la responsabilidad colectiva que existe frente a Diatraea y pensar en el futuro como toda una cadena productiva cuyos eslabones deben ser lo suficientemente fuertes para responder a las exigencias del progreso.

En esta edición de la Carta Informativa, Cenicaña quiere llamar la atención sobre la importancia de la Resolución e invita a ingenios y cultivadores a actuar con visión y de manera integral frente a un problema de sanidad vegetal que, pese a los buenos indicadores actuales no se puede descuidar.

En las páginas siguientes también compartimos algunas reflexiones del Dr. Jorge Victoria, quien durante 37 años se dedicó a hacer investigación para mejorar la productividad y rentabilidad del cultivo a través de las variedades de caña; se explica para qué y cómo Cenicaña avanza en la construcción del genoma de una variedad de caña; y se muestra de manera gráfica el tipo de información a la que se puede acceder a través del Servicio de Información y Documentación del Centro de Investigación.

Estos y otros contenidos de la edición contribuyen, sin duda, a mantener informado al sector azucarero, pero sobre todo lo impulsamos a seguir creyendo en lo que hacemos: ciencia para el progreso y la sostenibilidad.

Álvaro Amaya Estévez
Director general, Cenicaña

Carta Informativa 
Año 6 / Número 1 /Julio de 2018

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