Nov

2022

25

Avanzan alianzas para reconversión productiva de predios de caña de azúcar

CVC y Cenicaña entregaron resultados de los convenios 068 de 2021 y 004 de 2022 para la implementación de acciones de Reconversión Productiva en manejo y Conservación de Suelos en el polígono RAMSAR, asociado a la Laguna de Sonso.

San Antonio de los Caballeros, Florida, 25 de noviembre de 2022. “Colombia tiene grandes retos en materia de sostenibilidad; sólo en reducción de gases efecto invernadero tenemos compromisos y metas en los que todos debemos poner un granito de arena. Por eso necesitamos unir esfuerzos, aliarnos con entidades como la CVC para que nuestras contribuciones permanezcan en el tiempo, para cambiar percepciones y ampliar el impacto de nuestras acciones”.

Con este mensaje el Director General del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia, Freddy Fernando Garcés, invitó a seguir trabajando de la mano de las agroindustrias y de las autoridades ambientales para avanzar en la implementación de prácticas más sostenibles para el manejo del cultivo de caña de azúcar en la región.

Sus declaraciones se dieron durante la entrega de resultados de los convenios 068 de 2021 y 004 de 2022 entre la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, y Cenicaña, con el fin de avanzar en la implementación de acciones de Reconversión Productiva en manejo y Conservación de Suelos en el polígono RAMSAR, asociado a la Laguna de Sonso.

Los convenios cubren los municipios Guacarí, Buga, Ginebra, San Pedro, Yotoco y Riofrío; y las cuencas San Pedro, Sabaletas, Guadalajara, Guabas, Sonso, Piedras, Yotoco y Mediacanoa, pertenecientes al polígono RAMSAR.

Un total de 33 unidades productivas de caña de azúcar ubicadas en esta zona del Valle del Cauca se vincularon a los convenios y en el marco de éstos se sembraron 9.3 hectáreas con 7200 plantas (55 especies) y 84 hectáreas con abonos verdes, se adquirieron implementos de uso de uso comunitario para labores como encalle 0x0 y siembra de granos, entre otros. También se instalaron 18 estaciones de potencial mátrico para conocer con precisión el estado hídrico del suelo, se liberaron insectos benéficos para hacer control biológico de la principal plaga de la caña de azúcar y se entregaron fertilizantes orgánicos, compost y semillas para siembra de abonos verdes.

Oscar de Jesús Peláez, supervisor del convenio, señaló que de las 5500 hectáreas del polígono RAMSAR, 1200 hectáreas son de uso sostenible. “Empezamos con 33 predios intervenidos, para un total de 56 hectáreas, pero el área real es mucho mayor porque un productor que acoge estas tecnologías, que está convencido del proceso, fácilmente podrá ampliar el alcance de éstas a más hectáreas de los predios. Estos resultados son apenas el inicio de un camino muy largo”, señaló.

Las acciones y tecnologías implementadas, explicó, van dirigidas principalmente al fortalecimiento de la diversidad, la implementación de coberturas sostenibles sobre el suelo, uso racional del recurso hídrico y alternativas de fertilización.

Las experiencias

Ana María Saavedra es una de las productoras de caña de azúcar participantes en el convenio y que con el apoyo permanente de biólogos, extensionistas e investigadores de Cenicaña y funcionarios de la CVC implementó labores y tecnologías para fortalecer la diversidad y manejar los recursos suelo y agua en su finca, ubicada en Guacarí. Según ella, beneficiarse de esta alianza entre Cenicaña y la CVC no sólo le permite cumplirle al Gobierno, sino hacer un aporte ambiental y social para los territorios y comunidades vecinas a su predio.

“Como parte del convenio recibimos 704 árboles de 20 especies, 150 de ellos los sembramos en un lote que siempre se había destinado para ganado. Las labores de siembra de estos árboles las convertimos en una gran jornada de la familia con el equipo de la finca, lo que fue muy valioso porque ssí nos comprometemos más a cuidarlos y a disfrutar del campo”, recuerda la cultivadora.

Jair Piedrahíta, por su parte, es el administrador de la hacienda Chambery, ubicada también en Guacarí, quien con el respaldo de los propietarios del predio y la ayuda de los operarios de la finca, se propuso implementar diferentes labores y tecnologías, como usar la encalladora para conservar la humedad del suelo. Hoy se ahorra por lo menos tres “mojes” en el levante del cultivo. “Innovar no es fácil, por eso es clave tener paciencia, escuchar a los empleados por su experiencia en el campo y estar acompañados en el proceso”, señaló.

Finalmente, el Director de la CVC, Marco Antonio Suárez, resaltó la importancia de ejercer como autoridades ambiental “sin ir en contra del sector productivo”. “De esa manera el sector productivo de la región se apropiará de ese cambio y trabajará de la mano tanto con las autoridades como con la comunidad. Esa es la mejor forma de sacar adelante nuestro departamento”, puntualizó.

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