Durante el evento realizado por Cenicaña, se abordaron temas como las nuevas variedades para el sector azucarero, factores que inciden en la producción y la realidad y retos de la cosecha mecánica.
Se posicionan nuevas variedades
Expositor: Jorge Victoria, director de Variedades
Desde el 2012, el área ocupada por la CC 85-92 muestra una reducción y es posible que al finalizar el 2013 ocupe el 58% del total de área en comparación con el 72% que llegó a tener para esa misma fecha en el 2011.
Esta reducción es muy importante porque significa que se le está dando la oportunidad a nuevas variedades que han surgido, por los buenos resultados demostrados y que han sido validados y reportados por los mismos ingenios y cultivadores, lo que significa que no se trata de evaluaciones experimentales.
Pero estos buenos resultados no son sólo producto de la variedad, sino del enfoque de Agricultura Específica por Sitio (AEPS) utilizado en las renovaciones, por lo cual, es fundamental sembrar las variedades en los ambientes en donde ellas tienen un buen comportamiento, superior a la variedad comercial más cultivada en ese mismo ambiente.
Un claro ejemplo es la variedad CC 01-1940, desarrollada para ambientes húmedos y que supera ampliamente a la CC 85-92 y la CC 84-75 en ese mismo ambiente. En cada uno de los cortes la CC 01-1940 superó en promedio en 2.35 TSH a la CC 85-92.
Es importante utilizar semilla proveniente de semilleros para garantizar que éstas se encuentren libres de enfermedades u otros factores de contaminación. Actualmente, Cenicaña adelanta con los ingenios un proyecto para la producción de semilla limpia y tenerla disponible para los cultivadores, incluso a los mismos precios de compra de la caña para un cultivo comercial.
Factores que inciden en la producción
Expositor: Javier Carbonell, director de Agronomía
La producción de caña y azúcar en el valle del río Cauca depende en gran parte del clima estacional. Es más, los registros históricos muestran que las grandes variaciones en la producción están asociadas a condiciones climáticas extremas que afectan la región como los fenómenos de “El Niño” y “La Niña”.
La ocurrencia de estos eventos no significa que cada vez que se presenten se deba dar una variación importante en la producción. Esto depende de la magnitud o de la forma como se alternan estos fenómenos climáticos.
Fenómenos de “La Niña” de gran duración son los que más impactan la producción, efecto que puede percibirse hasta un año después de concluido, como consecuencia del exceso de humedad en el suelo en la totalidad del valle del río Cauca, por el pisoteo y el daño a las cepas durante la cosecha en condiciones húmedas, la dificultad para realizar las labores de cultivo y la poca renovación de los campos durante el tiempo que dura el evento.
Algunos fenómenos de “El Niño”, dependiendo de su intensidad, también pueden tener un efecto negativo en la producción, porque agotan a tal nivel las reservas de agua en el suelo, que es difícil restituirlas con los riegos que normalmente se aplican.
Medidas para atenuar caídas en producción
- Siembra de variedades de acuerdo con la zona agroecológica.
- Adecuación de los campos: nivelación de precisión que permita la escorrentía en las épocas de abundante precipitación y mejorar la eficiencia del riego en época de verano.
- Tener en cuenta las condiciones climáticas en la programación de labores de cosecha.
- Utilizar equipos de alce y transporte de la caña de bajo peso y trochas apropiadas que disminuyan los daños y la compactación del suelo.
- Programar la renovación de los campos de acuerdo con las condiciones climáticas y no sólo como producto de una coyuntura económica.
- Hacer prácticas culturales oportunas y utilizando el enfoque de Agricultura Específica por Sitio (AEPS).
- Instalar y mantener operativos los sistemas de drenaje en zonas húmedas.
- Evaluar la factibilidad económica de aumentar la frecuencia de riego y disminuir el periodo de agostamiento en condiciones de extrema sequía.
Diseño y adecuación de tierras, claves en los sistemas de cosecha
Expositor: Camilo Isaacs, jefe del Servicio de Cooperación Técnica y Transferencia de Tecnología.
El diseño y la adecuación del campo son determinantes en los sistemas de cosecha. De estas labores depende el impacto de los equipos de cosecha sobre las propiedades físicas del suelo, la conservación del suelo, la duración de las cepas y el número de cortes, la sostenibilidad de la producción y la rentabilidad del negocio.
Por esa razón, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones en la adecuación de los campos para los sistemas de cosecha, tanto manual como mecánica
- Nivelación de precisión:
- En cosecha: esta labor facilita que la altura de corte sea homogénea para que funcione el Control Automático de Altura de Corte de las máquinas. También permite una disminución en el porcentaje de materia extraña representada en cepa y suelo y hay menor daño durante la operación en invierno porque se reducen las zonas con encharcamiento.
- En campo: la nivelación de precisión permite un manejo eficiente del agua, porque se optimiza el volumen de agua aplicado y se evita la construcción de acequias de riego profundo que obstaculizan el paso de la maquinaria. Esta labor también mejora el drenaje superficial.
- Surcado con precisión:
- Distancia y paralelismo uniforme entre surcos: esta labor facilita la cosecha de precisión y la labor de la maquinaria, hace más precisa la operación de las labores mecanizadas y de fertilización, evita el pisoteo de los surcos y se minimiza el daño sobre las cepas y, por lo tanto, disminuyen las resiembras.
- Los surcos colineales: facilitan la cosecha de varios tablones y evitan el pisoteo en las cabeceras generando menos daños y resiembras y se mantiene la producción de las suertes.
Para esta labor se recomienda geometría trapezoidal invertida con aporque a 15 cm y numerar las suertes, no los tablones.
- Callejones terciarios: para zonas de precipitación alta (mayor de 1300 mm/año) se recomiendan calzadas de callejones terciarios de 5 a 6 m y acequias en forma de batea para facilitar la salida de las máquinas y evitar el daño en las cabeceras de las suertes cuando los equipos salen cargados con caña. Para los callejones primarios la calzada recomendada es de 9 a 10 m. y para los secundarios, de 7 a 8 m.
- Patios de caña: estos espacios para realizar el trasbordo de caña de vagones de autovolteo a vagones de transporte deben estar ubicados a una distancia entre 650 y 800 m. del frente de corte y poseer un área aproximada de 2,500 m².
Estudios de Cenicaña determinaron que el daño directo sobre las cepas debido al pisoteo con equipos y maquinaria, disminuye la producción hasta en 42%, en los sitios pisoteados.
DATO IMPORTANTE
En el Foro Técnico de Cultivadores también se hizo una presentación sobre la situación sanitaria de la caña en el Valle del Cauca, actividades y avances de la Mesa del Agua y se presentó el programa de asistencia técnica, PAT.
Para consultar
En el sitio web de Cenicaña www.cenicana.org están disponibles las memorias de todas las presentaciones realizadas en el Foro Técnico para Cultivadores de Caña 2013.