Cenicaña entrega a ingenios y cultivadores de la caña de azúcar un número más de la Carta Informativa, en la que se presentan experiencias relacionadas con la adopción de nuevas tecnologías, que vale la pena resaltar porque son pilares de una agroindustria sostenible y exitosa.
Cenicaña entrega a ingenios y cultivadores de la caña de azúcar un número más de la Carta Informativa, en la que se presentan experiencias relacionadas con la adopción de nuevas tecnologías, que vale la pena resaltar porque son pilares de una agroindustria sostenible y exitosa.
Una de estas experiencias revela el valor de la transferencia tecnológica, a través de testimonios del personal técnico de un ingenio que se ha formado como facilitador y de un proveedor de caña que ha sido capacitado con base en el Programa de Aprendizaje y Asistencia Técnica (PAT).
Otras dos experiencias hacen visible la creatividad e innovación del sector al implementar sistemas de producción comprometidos con el medio ambiente. Un caso es el de la reserva natural El Hatico; el otro, un sistema de riego por goteo y fertirriego en la hacienda El Recreo.
Se incluye también aquí la gestión que se realiza desde los procesos industriales para hacer un uso eficiente de los recursos naturales, como ocurre con algunos condensados de agua que se pueden recuperar para mejorar la eficiencia en el uso de este insumo y contribuir a una menor demanda de energía.
Un factor de importancia en el sistema de producción de la caña de azúcar es la sanidad del cultivo, sometido a la amenaza permanente de diferentes insectos plaga, entre ellos nuevas especies del barrenador Diatraea spp.
Hoy se tienen identificadas cuatro especies de Diatraea en el valle del río Cauca, y las moscas taquínidas se han convertido en valiosas aliadas de los cañicultores para controlar la plaga y evitar sus efectos sobre la productividad del cultivo. De ahí la importancia de perseverar en su uso.
Se informa también en esta edición sobre avances de investigación de la fertilización con vinaza en mezcla con fuentes nitrogenadas y la implementación y validación por parte de Cenicaña de drones con cámaras multiespectrales para el desarrollo de la cañicultura, tecnología que ofrecerá datos que complementarán la información satelital y espectral con la que desde hace años viene trabajando el Centro de Investigación con el sector.
Finalmente, es importante tener presente la responsabilidad que a todos nos atañe en el manejo del suelo. El 2015 ha sido declarado por la FAO como el Año Internacional de los Suelos, ocasión propicia para invitar al sector y a la agricultura en general a usar las herramientas y la información valiosa que Cenicaña ha consolidado a lo largo de sus treinta y siete años de investigación para el manejo sostenible de este recurso natural.
Álvaro Amaya Estévez
Director general, Cenicaña