El momento actual que atraviesa el sector azucarero colombiano, amenazado por factores externos como el clima y acciones que ponen en riesgo su competitividad, hace imperativo acudir a mecanismos y tecnologías en los que se pueda tener control.
El momento actual que atraviesa el sector azucarero colombiano, amenazado por factores externos como el clima y acciones que ponen en riesgo su competitividad, hace imperativo acudir a mecanismos y tecnologías en los que se pueda tener control.
Algunas de esas amenazas controlables causadas por factores bióticos son las plagas y enfermedades que afectan el cultivo. Ante las plagas se utiliza el control biológico, cuya eficacia depende de su uso en forma conjunta por ingenios y cultivadores. Para las enfermedades se acude a la resistencia genética, pero no necesariamente las variedades poseen inmunidad.
Por ello la producción de semilla sana y genéticamente pura y su diagnóstico fitosanitario son fundamentales para lograr altas producciones, ya que un cultivo enfermo pone en riesgo la producción, los campos vecinos y las nuevas variedades. Esto es clave, porque el sector siembra una sola vez para varias cosechas sucesivas.
Esta coyuntura también ofrece la oportunidad de utilizar tecnologías que conduzcan a mayores eficiencias en los procesos productivos. En tal sentido, las tecnologías relacionadas con el uso eficiente del agua han sido validadas, están disponibles y tanto los profesionales de campo de los ingenios como los productores han sido capacitados para su adopción.
Ante estas circunstancias, la consigna es innovar en las labores para mejorar la productividad y contrarrestar las amenazas del entorno, y producir semilleros sanos y monitorear permanentemente las plantaciones comerciales, porque no basta sembrar las variedades adaptadas para cada ambiente y realizar un manejo agronómico adecuado. El personal de Cenicaña está atento para apoyar a la agroindustria en dichas acciones.
Álvaro Amaya Estévez
Director general, Cenicaña