Arvenses y moscas: una relación hacia el control biológico por conservación

Una investigación realizada por una estudiante de Agronomía1, bajo el auspicio del ingenio Risaralda y Cenicaña, demostró que refugios de vegetación de arvenses en los callejones de los campos de caña son una herramienta complementaria para el control de los barrenadores de la especie Diatraea.

En los campos de caña de azúcar en el valle del río Cauca se cuenta naturalmente con un gran aliado para el combate del Diatraea. Las moscas taquínidas de la especie Genea jaynesi constituyen uno de los mejores reguladores de los barrenadores del tallo en toda la región.

De hecho, algunos estudios indican que G. jaynesi puede estar causando actualmente entre 10 – 39% del parasitismo sobre las diferentes especies de Diatraea presentes en el valle del río Cauca, siendo uno de los parasitoides más importantes para el manejo de estas plagas.

Sin embargo, a diferencia de otros controladores (parasitoides) esta mosca taquínida sólo se reproduce en su ambiente natural, lo que supone un reto para el manejo de la plaga y a la vez una oportunidad para la implementación de estrategias de control biológico por conservación.

El control biológico por conservación considera la preservación de la biodiversidad, específicamente de los enemigos naturales de algunas plagas, mediante el estímulo de su establecimiento y proliferación en los campos cultivados.

Para ello se requiere del suplemento de recursos alimentarios como polen o néctar, provisión de presa u hospederos, provisión de sitios de oviposición o refugio, entre otros.

Precisamente en la búsqueda de establecer prácticas de conservación de bajo costo y complementarias al control biológico realizado a partir de otros parasitoides, se evaluó el comportamiento de G. jaynesi en callejones de campos del ingenio Risaralda con arvenses de hoja ancha y se comparó con campos donde se hizo el manejo convencional (erradicación por medio de la aplicación de herbicidas químicos).

Con las observaciones realizadas en el tiempo de estudio se llegó a cuantificar un total de 17 especies diferentes de arvenses de hoja ancha brindando recursos alimenticios a la mosca G. jaynesi, lo que significa una alta biodiversidad de flora asociada en los callejones de los campos no cultivados de caña. Además, se lograron obtener las siguientes conclusiones:

    • Hubo un mayor número de adultos de la mosca taquínida en los campos donde se preservaron las arvenses de hoja ancha en sus callejones en comparación con lotes en donde las arvenses fueron eliminadas.
      • Los parasitismos por G. jaynesi fueron hasta 15 veces más altos en campos donde se preservaron arvenses que en aquellos donde éstas fueron erradicadas. Ver figura.
        • En los campos donde se dejaron las arvenses el daño bajó en 2.5% unidades de intensidad de infestación en promedio; mientras que en los campos donde se quitaron, el daño en cosecha aumentó 2.8% unidades de intensidad de infestación en promedio.

Todos estos resultados permiten ver cómo la conformación de refugios de vegetación de arvenses en los callejones no cultivados de los campos de caña de azúcar es un modelo de control biológico por conservación que puede constituirse en una herramienta complementaria para enfrentar el incremento del daño por los barrenadores en cultivos de caña de azúcar.

Esta práctica favorecería la presencia de otros benéficos enemigos de plagas potenciales al cultivo de la caña de azúcar, disminuyendo así explosiones de plagas, que pudieran estar por aparecer en el cultivo sin previo aviso.

Para consultar

El trabajo de investigación ‘Mantenimiento de arvenses de hoja ancha en los callejones del cultivo de caña de azúcar contribuye a una mayor actividad de la mosca benéfica Genea jaynesi sobre los barrenadores del tallo, Diatraea spp.´se presentó en el XI Congreso Atalac Tecnicaña 2018.

Consulte las memorias del evento para ampliar la información.

“En los monitoreos diagnóstico hemos observado que Genea jaynesi se presenta como un enemigo importante, pero su eficacia depende de las condiciones del campo para brindarle alimento y refugio. A raíz de esto, evaluamos cómo el mantenimiento de arvenses de hoja ancha en los callejones del cultivo contribuye a una mayor actividad de esta mosca benéfica y actualmente estamos trabajando en el establecimiento de plantas nectaríferas y áreas de conservación para favorecer la acción y presencia del taquínido, labor complementaria a las demás alternativas de control biológico”.

Isabel Cristina Molina Valencia
Jefe de Agronomía Ingenio Risaralda*

* A la fecha de la investigación y elaboración de este artículo estaba vinculada al Ingenio Risaralda
1. María Alejandra Jiménez, estudiante de Agronomía de la Universidad de Caldas.
Carta Informativa 
Año 6 / Número 2 /Octubre de 2018

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